Infusión vs Té: ¿Cuál es la diferencia y cuál deberías elegir?
El mundo de las bebidas calientes está lleno de opciones, pero dos términos suelen confundirse: infusión y té. Aunque parecen similares, tienen diferencias importantes que vale la pena conocer.
¿Qué es el Té?
El té es una bebida que proviene de la planta Camellia sinensis. Según el tipo de procesamiento de las hojas, podemos encontrar variedades como el té verde, negro, blanco o el té oolong. Estas hojas contienen teína, una sustancia que actúa como un estimulante suave, similar a la cafeína.
El té es conocido por su capacidad para aumentar el estado de alerta, gracias a su teína, y por sus beneficios antioxidantes, que apoyan el sistema inmunológico y combaten el envejecimiento celular.
¿Y entonces qué es una Infusión?
Por otro lado, las infusiones son bebidas hechas al sumergir en agua caliente hierbas, flores, frutos secos, especias o cualquier ingrediente vegetal que no provenga de la Camellia sinensis. Ejemplos comunes son la manzanilla, el jengibre o el rooibos.
La principal diferencia es que las infusiones no contienen teína, lo que las hace ideales para personas que buscan evitar estimulantes o disfrutar de una bebida relajante antes de dormir.
¿Cuál deberías elegir?
Depende de lo que estés buscando:
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Si necesitas un pequeño impulso de energía y antioxidantes, el té es tu aliado.
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Si prefieres una bebida sin estimulantes, con sabores variados y propiedades relajantes, las infusiones son una gran opción.
Lo mejor es experimentar y disfrutar ambas opciones según el momento del día o tus necesidades personales.
Tanto el té como las infusiones ofrecen experiencias únicas y beneficios para la salud. La clave está en saber diferenciarlos y elegir el que mejor se adapte a tu estado de ánimo y estilo de vida.
¿Y tú, cuál prefieres para acompañar tus días?